-¡Calla de una vez! No me puedo creer que mi propio Consejero me hable de tal manera.
De vuelta a la capital con imperiosa urgencia, Vengando se había reunido con sus segundos para discutir medidas. Bajo la cúpula de la Asamblea vacía quedaban tan pocos partícipes como si de una reunión clandestina y conspiratoria se tratara.
-Disculpe, Excelencia...
-No me he equivocado y no quiero nuevas estrategias; quiero que las que ya había funcionen, y que todos seamos competentes en cada una de las misiones que nos toca y que yo he marcado.
La aparente anarquía le sacaba de quicio.
-Disculpe...
-No te disculpo, pero en el fondo tienes razón. No puedo estar en tantos sitios a la vez, y para algunos movimientos ya es demasiado tarde. Hemos de entender que son lógicas las protestas en esta situación, y que el panorama dramático se puede alargar en el tiempo sine die. Has actuado bien, y a estas alturas, tú no eres quien para darme lecciones a mí, pero yo tampoco puedo enseñarte a ti nada nuevo. Resistiremos, y resistiendo venceremos. En fin, podéis retiraros a descansar. Tú, no, tú, quédate.
El Consejero apretó los puños.
-Sé bien lo que estás pensando. Crees que esta guerra se ha estancado, y que he vuelto porque podemos perder... Lo primero es cierto. No vamos a avanzar más, por ahora. Pretendo que esto sólo sea un susto, y que el enemigo rinda las armas. Las circunstancias no son favorables para ninguno, pero al menos nosotros tenemos ventaja. Tras el fin de semana volveré al frente. Estos días, en cambio, quiero reunirme con algunos de los que organizaron las protestas internas. Me mostraré indulgente. Estamos en dificultades y todo lo que nos proporcione algo más de tiempo y nos suponga apoyo será bienvenido.
Atentado por VENGANDO a las 17 de Octubre 2008 a las 07:56 PM