-Podría hacerme pasar por tonto y ceder a las presiones -vaciló Vengando e hizo a su vez un gesto burlesco-, sería quizás fácil, pero no me sale... Siempre pasa lo mismo, Consejero, siempre lo mismo. Creo que decido bien cuando digo que sólo tu y yo daremos la cara en cuanto a mis asuntos de Estado. ¿Te imaginas que nosotros contáramos con un departamento como ese? Sería impensable que un equipo propio de Comunicación me pudiera crear problemas que no tengo expandiendo datos exagerados, falsos incluso, ¡hasta de cara al exterior! Así podría correr la falsa rumorología sobre mi persona y mi Gobierno en libertad. Y todo es susceptible de ser llevado por el viento, por las parcas, por el leve fulgor de las estrellas, menos un buen invento. Ante injerencias tales, habría que destituir a todos los responsables, y también habría que desterrarles.
-Desterrarles, Excelencia, sería peligroso; se llevarían demasiada información.
El uniformado echó la vista atrás, a lo lejos, asumiendo en torno, desde la ventana de su despacho, el vasto y gris edificio de las prisiones.
-Entonces ya sabríamos lo que que hacer con incompetentes e indiscretos semejantes. De cualquier manera, supongo que no se dará una situación de tan indignante enjundia.
Atentado por VENGANDO a las 12 de Septiembre 2008 a las 04:01 PM