-LAUTRÉAMONT IR CON LAUTRÉAMONT -SUSURRÓ ININITELIGIBLE, CASI INFANTIL, Y REPITIÓ SUSURRANDO, CUANDO LE PREGUNTARON POR SU ÚLTIMA VOLUNTAD. NADIE DE LOS PRESENTES CONTESTÓ.
TRAS UN TÍMIDO, Y DEMASIADO LARGO SILENCIO, HUBO UN ÚNICO PERSONAJE QUE SE ATREVIÓ A DECIR:
-SÉ LO QUE DICE Y ESO LE LLEVARÁ DIRECTO AL INFIERNO.
SE INTERRUMPIÓ LA NADA.
-PERO ESO ES LO QUE ÉL QUIERE.
-¿CÓMO PUEDE QUERER ESO? -PROTESTÓ OTRO.
-¿TÚ QUÉ PEDIRÍAS? O MEJOR -CORRIGIÓ EL ANTERIOR-, ¿TU CREES QUE LO QUE PIDIERAS SERÍA ADECUADO? ¿SERÍA LÓGICO SIQUIERA?
SE EQUIVOCABAN TODOS: LAUTRÉAMONT SIEMPRE RESULTÓ UN PRINCIPIO, UN BUEN PRINCIPIO, EL SUYO PROPIO. Y MORIR SÓLO ERA UN IMPROBABLE SUPUESTO QUE QUITABA OPORTUNIDADES A TODOS LOS DEMÁS DESEOS, AL SALVAR SÓLO AL ÚLTIMO Y PRIMERO, Y ÚNICO. SOBRABA PENSARLO: TODA VOLUNTAD DEBERÍA PODER CUMPLIRSE.
Atentado por VENGANDO a las 29 de Marzo 2005 a las 04:22 PMRealmente eres una de las personas que me hacen redescubrir temas de interes olvidados.
El mal y la poesia.......