INMENSO Y CANSINO, EN NOMBRE DEL BARÓN VON ZEPPELIN, EL DIRIGIBLE SE DESLIZABA HACIA UN ATARDECER AÚN COLUMBRADO, REFLEJANDO BRILLOS ANARANJADOS SOBRE LA CIUDAD FANTASMAGÓRICA, GRIS, RECTILÍNEA, QUE YA EN NOCHE DE POSGUERRA A SUS PIES DORMÍA.
NO PODÍA CREER QUE LA SITUACIÓN ACABARA TAN MAL, FATAL, DECEPCIONANTE. SE IMPUSO LO IMPREVISTO. DEMASIADO CERCANOS HABÍA OCULTOS ELEMENTOS ENEMIGOS, Y LOS PRECLAROS OBJETIVOS CADA VEZ MÁS LEJANOS.
-EN CUALQUIER CASO, NO SABEMOS SI ALGO DE ESTO NOS HA PODIDO VENIR BIEN
-EN CUALQUIER CASO, TAMBIÉN ESTAMOS A TIEMPO DE PODER ESTRELLARNOS.
VENGANDO, ESCÉPTICO, PERDÍA LOS OJOS POR SOBRE LOS NUMEROSOS PLANOS Y EL PAPELEO DE LAS EMBAJADAS. LE ATURDÍAN LA MENTE LA FALTA DE PARALELISMO ENTRE LA ESTRATEGIA Y LA REALIDAD, SU INCOHERENCIA.
-YA NO SABEMOS POR DÓNDE VAMOS. VIRE 180º; HABRÁ QUE EMPEZAR DE NUEVO.
Atentado por VENGANDO a las 17 de Febrero 2006 a las 02:40 PM